Actualmente, los datos se generaban sin estructura ni utilidad inmediata. Con el avance de tecnologías como la inteligencia artificial, el Big Data y el Internet de las Cosas (IoT), ahora es posible transformar datos crudos en conocimiento aplicable.
Esta transformación permite a las organizaciones tomar decisiones más informadas, anticiparse a tendencias, optimizar procesos y ofrecer soluciones personalizadas. Al convertir los datos en conocimiento útil, se maximiza su valor estratégico, impulsando la innovación, la eficiencia operativa y la competitividad en un entorno cada vez más digitalizado.